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Desde que el PP, liderado por Ramón Luis Valcárcel, ganó las elecciones autonómicas del 28 de mayo de 1995, los populares han pasado de la hegemonía casi absoluta a gobernar con la calculadora en la mano. Pero siempre en el poder: durante treinta años el mapa se pintó de azul en las noches electorales de mayo. El único momento en el que estuvieron a punto de perderlo fue en 2019. El PSOE de Diego Conesa, sin embargo, no sacó rédito a su victoria de aquel año por la negativa de Ciudadanos a llegar a un acuerdo con ellos y la puerta para regresar a San Esteban pareció cerrarse por más tiempo.
Las claves de este dominio político en la Región son atribuibles «tanto a méritos propios como a los deméritos de la oposición», opina Ismael Crespo, codirector del Grupo de Investigación sobre Opinión Pública de la Región de Murcia (Cemop). El catedrático de Ciencia Política también advierte de que «el PP sigue siendo la fuerza dominante, pero ya no hegemónica» porque a ese espacio político mayoritario que el PP ocupaba sumó en estos años a formaciones con las que tuvo que pactar, Ciudadanos y Vox.
Por el contrario, Francisco Javier López Carvajal, del Observatorio Español de Estudios Demoscópicos de la UCAM, cree que la formación popular atraviesa «un momento dulce», según sus barómetros.
Estas tres décadas tienen a su vez dos periodos bien diferenciados. Veinte años iniciales de mayorías absolutas y Gobierno incuestionable hasta el cambio de ciclo que se produjo en 2015, y después la última década, sin mayorías amplias y con el PP forzado a pactar, primero con Ciudadanos y luego con Vox.
Aunque en 2023 mejoraron los resultados de 2015 y 2019, entonces se alcanzaron acuerdos cuyas exigencias estaban muy lejos de las que ahora mantiene la formación de Santiago Abascal. Los populares se han encontrado con un hueso duro de roer en estos «años atropellados», como los llama Crespo. Se refiere en particular a los dos últimos, con una legislatura pendiente siempre del hilo del que cuelga la relación entre PP y Vox. Por estos pasan los apoyos para cualquier trámite legislativo en la Asamblea. «Sin gobiernos de mayoría, la actividad legislativa se congela. La Región lleva cuatro años paralizada», lamenta el codirector del CEMOP.
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Otro de los factores que suma Crespo como determinante para el dominio del PP es el espectro político en el que se sitúa buena parte de la Región según los sondeos: «En el conjunto del país, vemos que la población se declara de centro-izquierda, pero Murcia, por el contrario, opta por el centro-derecha». El apego a unos valores más tradicionales, cree que también influye. Apunta por su parte López Carvajal que «los bloques de izquierda y derecha vemos en los sondeos que se mantienen en el tiempo, con un 60% para la derecha y un 40% para izquierda».
Los politólogos ven entre las causas del dominio popular no solo los méritos de esta formación, sino también la falta de alternativa política: «La oposición de izquierdas ha sido extremadamente débil», según Crespo. Añade que, en el caso concreto del PSOE, «se ha acostumbrado a ser oposición». López Carvajal vuelve a 2019 y a su fracaso para llegar al Gobierno como como momento significativo de esa imposibilidad de construir una alternativa, a loque añade la sucesión de líderes. A los socialistas además les ha pesado la mala imagen que en la Región han tenido sus dirigentes nacionales recientes, Rodríguez Zapatero y, ahora, Pedro Sánchez.
Y luego están sus luchas internas. Ya antes de llegar a secretario general del PSRM-PSOE, durante las primarias, Francisco Lucas, realizó su diagnóstico: «El Partido Socialista lleva 30 años de divisiones y 30 años de guerras», dijo a LA VERDAD. Sus mensajes, en este tiempo, se han centrado en buscar la unidad.
A su izquierda, IU-V (que volverá a la Asamblea diez años después) perdió fuelle al paso de formaciones como Podemos. Intentos como el de Más Región o Sumar tampoco han cuajado.
Además de esta efeméride, el jueves 29 también se alcanzó el ecuador de la legislatura desde las autonómicas de mayo de 2023. «Tenemos una Región más fuerte, mejor posicionada y que avanza», dijo el portavoz del Ejecutivo de Fernando López Miras, Marcos Ortuño, al término del Consejo de Gobierno. Sin embargo, ni desde San Esteban ni desde el propio PP ha habido ninguna referencia o guiño a aquel 1995. Echar la vista al pasado no solo arroja luces, sino también sombras del legado de sus presidentes durante este tiempo: Valcárcel, a un paso del banquillo por el caso de la desaladora de Escombreras; Pedro Antonio Sánchez, dimitido y condenado (pendiente de recurso) por el Caso Auditorio; y Alberto Garre –el paréntesis entre los dos anteriores–, sentado ahora en un escaño de la Asamblea, pero en las filas de Vox.
Por el contrario, desde el PP mantienen que su partido «ha sido y sigue siendo el partido que ha transformado y sigue modernizando la Región de Murcia» y que ahora en el presente ofrecen «un proyecto sólido, serio y solvente que lidera el presidente Fernando López Miras».
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