
Secciones
Servicios
Destacamos
La Región de Murcia es la quinta comunidad autónoma que más agua embotellada consume por habitante. En total, según los datos del último informe ... de consumo alimentario que anualmente elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, los ciudadanos de la Comunidad compraron y bebieron una media de 71,7 litros de agua de botella en 2024. Esto supone 8,4 litros más que el promedio nacional. La cifra solo es inferior a la consumida por los residentes en las comunidades insulares –Canarias y Baleares–, los catalanes, los valencianos y los manchegos.
El consumo de agua embotellada se ha disparado en las últimas décadas en todo el país, con el despliegue de una rentable industria que ha situado a España como el cuarto mayor productor de la Unión Europea por volumen. El pasado año, 6.800 millones de litros de agua mineral natural salieron de la península y el sector alcanzó una facturación de cerca de 1.500 millones de euros, tal como recoge la memoria de la Asociación de Aguas Minerales de España (Aneabe), que representa a cerca de 60 empresas de agua mineral, que representan el 90% de la producción.
«El hábito de consumir agua embotellada está muy arraigado en la Región de Murcia, como ocurre en todo el Arco Mediterráneo, fundamentalmente porque la gente confunde sabor con calidad», apunta el jefe del Departamento de Producción de Aguas de Murcia, Pedro Abellán, la entidad que gestiona el suministro de casi medio millón de habitantes en Murcia.
Ese apego de los murcianos al agua mineral tiene un coste, tanto económico como ambiental. En lo concerniente al bolsillo, el informe de Consumo sitúa el precio medio del litro de agua embotellada en España en 0,23 euros, mientras que un litro de agua del grifo cuesta en los hogares de la Región en torno a 0,0012 euros, según datos facilitados por Hidrogea, que gestiona el suministro en Abanilla, Águilas, Alcantarilla, Beniel, Cartagena, Cehegín, Cieza, Fuente Álamo, Jumilla, Las Torres de Cotillas, Lorca, Murcia, San Javier y Torre Pacheco. Es decir, que beber de botella cuesta 192 veces más. Eso supone que, en su conjunto, los ciudadanos de la Región podrían ahorrarse unos 25,8 millones de euros si sustituyeran el consumo de agua embotellada por agua del grifo durante un año.
En términos ambientales, el coste se mide en las emisiones de CO2 asociadas a la producción, el transporte y la distribución de las botellas, y a la generación de grandes cantidades de residuos plásticos que conlleva el envasado. Un estudio científico realizado por el Instituto de Salud Global de Barcelona en 2021, en colaboración con el Grupo de Ingeniería y Microbiología Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña, calculó que el impacto ambiental del agua embotellada es hasta 3.500 veces mayor que el del agua del grifo. Por ello, para el portavoz de Ecologistas en Acción en la Región de Murcia, Pedro Luengo, beber agua de botella supone «un despropósito». «Se han ido mejorando mucho los tratamientos y el control y, hoy, el agua que tenemos en las viviendas se puede consumir perfectamente, es de calidad y no genera todos esos residuos que muchas veces acaban en el medio natural».
Para Roberto Barceló, presidente de la asociación de consumidores de la Región Consumur, «tanto un agua como la otra están igualmente garantizadas por los controles establecidos en la legislación vigente», aunque advierte de que «por el tratamiento que se le da al agua del grifo a través del proceso de cloración, esta podría considerarse más segura». «A veces se da a entender que el agua embotellada procedente de manantiales es beneficiosa para la salud, como si de un medicamento se tratara, cuando lo cierto es que el agua, al margen de tener más o menos mineralización, sabor u otro tipo de propiedades, mientras sea salubre, toda es buena».
«El agua del grifo pasa unos estrictos controles. La analizamos en las plantas de tratamiento, donde llega, en el caso de la Región de Murcia, de la Mancomunidad de Aguas del Taibilla y de la desalación, donde ya han hecho sus propios análisis; luego volvemos a analizarla durante el tratamiento, y otra vez al final del mismo», señala Pedro Abellán. «Después se distribuye por la red, donde también está continuamente monitorizada, con la toma de cientos de miles de muestras y análisis en laboratorios acreditados. Y por último hay un control en el grifo del consumidor del que se ocupan los ayuntamientos. Y todo eso se reporta a Sanidad». Solo en 2024, Hidrogea tomó 150.330 muestras del agua en los 14 municipios que gestiona, que multiplicadas por el número de parámetros analizados supuso más de 315.000 controles.
Ecologistas en Acción destaca, además, que la normativa respecto a algunos tóxicos es más restrictiva para el agua del grifo que para la embotellada. «El Real Decreto 3/2023 de agua de consumo humano introdujo hace dos años un endurecimiento de los niveles máximos de plaguicidas prohibidos o no autorizados por ser muy tóxicos en el agua. Pero, curiosamente, se permiten cantidades tres veces más altas en el agua embotellada», subraya Luengo. «Seguimos esperando a que se corrija esta situación».
Entonces, ¿por qué los ciudadanos de la Región siguen eligiendo cargar hasta sus hogares con muchas más botellas que la media? Para Abellán, se trata de una combinación de motivos que han generado desconfianza. Por un lado, la difusión de mensajes que promueven la falsa creencia de que el agua del grifo es menos saludable. Por otro, está la cuestión del sabor, que en la Región cuenta con una peculiaridad que supone una importante desventaja comercial: nunca es el mismo. Lo explica el responsable de Emuasa: «En Murcia se ha trabajado mucho durante los últimos años para garantizar el suministro, lo que ha permitido que no haya restricciones de agua, a pesar de la sequía, desde hace 30 años, y eso se debe a la interconexión de diferentes fuentes de agua, todas aptas e inocuas pero con composiciones minerales diferentes que se van combinando según las necesidades y que hace que el sabor vaya cambiando». En concreto, el agua que sale por los grifos de la Región procede de una mezcla entre la enviada desde Canales del Taibilla y la desalación en una proporción que puede variar de un día para otro, y que también lo hace entre municipios. Cuanto más al interior, menos agua desalada se utiliza, debido a los costes de su transporte. «Ese continuo cambio de composición y, por tanto, de sabor, provoca rechazo. Si fuera un sabor estable, nos habríamos acostumbrado», dice Abellán.
También la temperatura influye. «Cuanto más calor, más fuerte es el sabor, y en eso notamos el cambio climático. Antes, en Murcia teníamos el agua en invierno a 10 grados, y ahora está en torno a 15 o 16. En verano estamos ya cerca de los 30 –señala–. Pero eso se soluciona metiéndola al frigorífico un poco antes, igual que hacemos con otras bebidas».
Las campañas de información sobre el agua del grifo llevadas a cabo en los últimos años, las mayores exigencias legales para su control y el avance de la conciencia ambiental parecen estar teniendo ya efectos de calado. Los datos del Ministerio indican que el volumen de agua envasada consumida en la Región cayó en 2024 un 13,8% respecto al año anterior, un descenso muy superior al registrado en el conjunto del país, del 0,9%.
Y como el agua circula por vasos comunicantes, la evolución concuerda con el avance «muy positivo» que constatan las entidades que gestionan y suministran el agua en los principales municipios de la Región. Según las encuestas de satisfacción y consumo que realizan, la proporción de ciudadanos que beben agua directamente del grifo pasó del 22% registrado en 2023 al 31% el pasado año en Murcia; mientras que en Cartagena creció del 17% al 28%; y en Lorca, del 20% al 22%.
En su visita a Murcia la pasada semana, el 'influencer' Plex, con cerca de 14 millones de seguidores en YouTube y 12 en 'TikTok', dejó un mensaje que hizo que en el departamento de comunicación de Aguas de Murcia se echaran las manos a la cabeza. Fue en un vídeo desde la casa de su amigo el tatuador Joaquín Ganga, donde explicaba la situación con los fans. «Se ha llenado la calle de coches, y el problema es que aquí en Murcia, por lo que se ve, no se puede beber el agua del grifo, y tienen que salir a buscarla». Emuasa replicó en Instragram: «¡No te han informado bien!», e invitó a Plex a participar en una de sus catas de agua para probárselo. No contestó.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El motorista fallecido en Quintanilla de Trigueros es hermano del alcalde de Cigales
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.