Piden al Seprona que revise si la balsa dos de Zinsa está dañada

El temor a que las, ya de por sí dañadas, balsas de residuos tóxicos que se encuentran en los terrenos de la antigua fábrica de Española del Zinc no estén bien selladas ha llevado a la Plataforma de Suelos Contaminados de Cartagena ha presentar una nueva denuncia en la que solicita al Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona) que averigüe si se ha roto una de ellas.

Así lo explicó ayer Pedro Gálvez, vecino de Torreciega y uno de los portavoces de la Plataforma, quien afirmó que «he adjuntado al escrito varias imágenes aéreas en las que se puede apreciar que es probable que la parte norte de la balsa dos se haya roto».

Gálvez avanzó que el extremo por el que parece haberse dañado esta balsa da a la fábrica. «Por suerte no es por la parte que da la zona residencial, pero si se ha roto no sabemos cómo puede afectarnos ni si a largo o corto plazo», comentó.

Esta es la sexta denuncia que interpone desde hace cuatro meses. «Desde marzo que tuvimos esa época de lluvias he puesto seis denuncias por las escorrentías». Esa es una de las formas en la que los vecinos más próximos a la factoría de Zinsa han tenido contacto con estos metales pesados que, aseguran, los está «envenenando».

El Seprona ya alertó en 2021 al juez del Juzgado de Instrucción número 5 de Cartagena del mal estado en el que se encontraban las balsas que, debido a la falta de un mantenimiento adecuado, junto con el hecho de que están mal impermeabilizadas y a que albergan materiales tóxicos de extrema acidez, amenazaban ya entonces con causar su «colapso y el deslizamiento de la masa de lodos tóxicos hacia el barrio y el polígono».

El informe emitido por el Seprona certificaba que las escorrentías que llegan hasta Torreciega arrastran sustancias químicas muy peligrosas como cadmio, estroncio, zinc o manganeso y en concentraciones alarmantes. Tras analizar este documento, el juez ordenó en agosto pasado el sellado inmediato de los depósitos. Desde entonces, estos vecinos indican que «no se ha vaciado ni un sólo litro del líquido de las balsas».

Casi un año después, todavía se está dirimiendo de quién es la responsabilidad de la descontaminación, ya que el letrado de Cartagena Parque, empresa que adquirió la mayor parte del suelo, afirma ahora que, tras comprobarlo en el Registro de la Propiedad, la parte de las balsas no es suya, «por lo que entendemos que no existe obligación alguna de descontaminar dichos suelos».

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