Real Murcia
Turismo y choque de alto voltaje en una ciudad cargada de historia
Secciones
Servicios
Destacamos
Real Murcia
Turismo y choque de alto voltaje en una ciudad cargada de historiaDesde horas antes del choque entre el Nàstic y el Real Murcia el centro histórico de Tarragona se llenó de camisetas y bufandas granas. Se respiraba ambiente de fútbol en una ciudad con cerca de dos mil quinientos años de historia que también sabe lo que es disfrutar de su equipo en Primera División. De hecho, el enfrentamiento entre estos dos conjuntos es el más atractivo de los cuatro del 'playoff' de ascenso a Segunda, al menos en lo que al pasado se refiere ya que entre ambos suman 22 temporadas en la máxima categoría del fútbol español.
Eso sí, la gran mayoría de aficionados que pasearon sus camisetas granas por el centro de esta urbe mediterránea cargada de vestigios romanos y medievales eran seguidores del equipo catalán, que viste igual que el club murciano y que, como el Real Murcia, cuenta con más de cien años de historia. No obstante, pese a lo que había en juego, la convivencia entre ambas aficiones fue cordial en todo momento a pesar de la coincidencia de seguidores de ambos equipos en muchas terrazas de la ciudad, degustando algunas bebidas refrescantes debido al fuerte calor y todo tipo de comidas de diferentes rincones del mundo que se dan citan en esta ciudad cosmopolita.
Muchos aficionados granas también se concentraron en las horas previas en los alrededores del Nou Estadi, en el que el ambiente fue plenamente festivo. Casi dos horas antes del choque llegó al estadio el autobús con la expedición grana, que se encontró con un buen grupo de aficionados locales que no mostraron demasiado rechazo a su rival en la tarde de ayer. Hubo respeto. Sin embargo, el recibimiento del conjunto de Luis César Sampedro estuvo a la altura de las grandes ocasiones.
Ya dentro del campo, los aficionados granas se dejaron notar, a pesar de ser mil contra trece mil y ocupar una de las gradas altas, la más alejada del terreno de juego. Sobre todo cuando cuarenta minutos antes del partido saltaron a calentar los titulares elegidos por Fran Fernández. «Murcia yo te quiero, te vengo a ver ascender», el canto que se hizo popular en el ascenso del Rico Pérez, fue el más repetido y no dejó de sonar en una afición murcianista que vivió un partido de 'playoff' de ascenso a Segunda siete años después y tras dos campañas en Primera Federación en los que se quedó con la miel en los labios.
No hubo sorpresas en la expedición grana y sí muchos rostros embargados por los nervios, sobre todo en los momentos previos en el pequeño palco del Nou Estadi. Como el de Felipe Moreno, la cabeza visible de una directiva que decidió viajar a Tarragona en la tarde del viernes. De hecho, fue Asier Goiria, el director deportivo grana, el que se encargó de llevar al presidente hasta Tarragona y endulzarle las horas previas de un choque en el que los granas se jugaban la vida y en el que los dos miembros de la entidad que más mandan en la parcela institucional y deportiva grana estuvieron al lado de su equipo, para cuidar todos los detalles.
También se desplazó ayer casi el resto de la directiva grana. Junto a Moreno, en la segunda fila del palco, estuvieron María de Mar Carrillo y José Miguel Almagro, mientras que la primera línea fue para Raúl Pérez, Álvaro Buendía y Antonio Pedreño. Además también se dieron cita algunos exmurcianistas como Pedro Martín, Gerard Oliva y Tomás Pina, que no quiso perderse el encuentro de un equipo al que no pudo llevar al 'playoff' el año pasado. Y entre los muchos familiares que acompañaron a los futbolistas granas en Tarragona, también estuvo Carlos Vicente, jugador del Alavés y hermano gemelo de David, que sufrió como un grana más.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
«De repente, no sientes nada y no puedes moverte»
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.