
Secciones
Servicios
Destacamos
Gustavo López
Miércoles, 14 de mayo 2025, 01:29
En algo más de media hora de conversación fue imposible poder sacarles una sonrisa. Y es que no está el cuerpo para mucha fiesta después ... de la fatídica tarde del pasado sábado, cuando precipió en Jumilla una granizada que no recuerdan ni los vecinos con más edad del municipio.
Además, si el día de la tormenta el desastre se posó sobre muchas familias de agricultores jumillanos, lo que se ha ido descubriendo después ha sido mucho peor. Así lo contaron ayer a LA VERDAD Diego Tárraga y Salvador Simón, dos agricultores que han perdido el 90% de sus explotaciones y que ahora, unos días después de que cayera el granizo, han tenido que volver a poner el pie en la tierra para poder seguir trabajando en sus cultivos, «ya que no se puede parar», afirmaron. Ahora, lo que les toca es poner en marcha sus tractores y ponerse a sulfatar «para evitar males mayores, ya que las heridas en las ramas de los árboles son muchas», explicaron.
Además, tienen que limpiar las plantas y quitar lo poco que no ha caído al suelo, triturarlo y prepararlo de cara a la próxima cosecha de 2026. «No tenemos ganas ninguna, -se lamentó Salvador Simón-, pero es lo que ahora tenemos que hacer», insistió. Este agricultor explicó que ha visto destruido todo su trabajo en las parcelas que cultiva en los Alberciales, El Prao y La Alquería, donde el mismo sábado por la mañana estaban trabajando 105 jornaleros, y ahora solo se han quedado 30, que son los fijos de los que dispone, por lo que se echa las manos a la cabeza cuando se habla de puestos de trabajo perdidos, que cuantifica en «miles y miles», afirmó emocionado.
En cuanto al joven Diego Tárraga, que tiene parcelas en las Rubializas, Alberciales, Cañada, Carche, La Jimena y Las Encebras, afirmó con rotundidad que «con el tema de los seguros hay que hacer algo, ya que yo solo lo tenía asegurado contra heladas, y, por lo tanto, ahora no tengo nada de nada, ya que los precios no corresponden con lo que luego te dan. Por lo tanto, no interesan, ya que es como si un coche vale 20.000 euros, tienes un siniestro total y te dan 500 euros, en fin, una ruina», lamentó.
Ambos agricultores tienen muy claro que la primera respuesta que se ha dado por parte del Gobierno regional de préstamos sin intereses el primer año, «no es la solución». Sostuvieron que «si ahora estamos arruinados y lo que proponen es que nos endeudemos más, pues apaga y vámonos», concluyeron mirando al cielo y diciendo «cómo vamos a estar dentro de un año, cuando lleguen los intereses, no lo sabe nadie». Ahora, si era poco con la situación de sequía que se está padeciendo en el campo de Jumilla, las primeras estimaciones arrojan unos datos realmente dantescos, ya que los agricultores cifran en 38.500 las hectáreas arrasadas, de las que 22.200 son de cultivos, mientras que el resto corresponden a caminos, roturados y montes.
Los productores sitúan en los 60 millones de euros las pérdidas en los cultivos de Jumilla. A esta cifra habrá que sumar las pérdidas que se generarán según la evolución del cultivo, así como en la paralización de la actividad económica de manipulación y envasado y los daños causados en infraestructuras, elementos estructurales y arrastre de tierras.
Durante estos días, al andar por la calles de Jumilla se nota el desánimo general de la gente, ya que es muy raro que algún agricultor se haya librado de esta desgracia, por lo que todos tienen en sus familias o conocen muy de cerca a alguien que le haya afectado esta desgracia, cuyas consecuencias se van a ir acrecentando con el paso de las semanas, cuando las contrataciones temporales por la exigencia de la campaña se reduzcan a cero, algo de lo dependen muchas familias.
Desde COAG, los primeros informes elaborados por sus técnicos reflejan que llegaron a pasar hasta cuatro tormentas distintas en un intervalo de cuatro horas con una intensidad de granizo que iba destrozando todos los cultivos a su paso, que, en los frutales de hueso, ubicados en la zona cero, afectó hasta a 3.000 hectáreas. Hubo daños en ramas y estructuras, lo que «va a ocasionar desequilibrios en las próximas campañas porque los árboles han quedado desfoliados y sin fruto», detallan.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
«De repente, no sientes nada y no puedes moverte»
El Diario Vasco
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.